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Dispone tu corazón y humíllate

« Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.»

Daniel 10:12

Uno de los privilegios que tenemos como hijos de Dios es la oportunidad de poder buscar y encontrar el rostro de Dios, ¿No te parece maravilloso?

Quizá no será una experiencia física, pero este encuentro nos lleva a tener un ejercicio espiritual de relación íntima, que hace que el tú y Yo Soy se encuentren y se pongan en la sintonía del Espíritu donde encontrar el rostro de Dios, traerá bendición a diferentes áreas de nuestra vida, por ejemplo:

1) Sin temor: Hay respuesta a una necesidad común que enfrentamos en diferentes áreas que producen inseguridad, intranquilidad, desasosiego; y venimos a Él y Su primera palabra es decirnos: No temas.
2) Diste tu corazón a entender: Seguidamente tiene el Señor una palabra de ánimo…no has perdido los días de oración y búsqueda de Su rostro, al contrario, desde el primer día que empezamos a buscarlo, Él ha estado allí y ha atendido cada súplica y cada petición.
3) Y a afligirte en la presencia de tu Dios: Esta actitud nos coloca en el lugar que nos corresponde, al llegar frente a nuestro Dios santo, que se duele por nuestra maldad y lo que necesitamos para quedar a tono es afligirnos: reconocer que hemos pecado y necesitamos Su perdón y libertad.
4) Fueron oídas tus palabras: Ahora que estamos a cuentas, dice el Señor: “Fueron oídas tus palabras”, porque no hay nada que nos separe de Su santidad, de Su gran amor y misericordia.
5) Y a causa de tus palabras yo soy venido: Entonces, Él se acerca al hombre, para hacernos conocer y entender la magnitud de Su amor y el inmenso agrado que tiene por llegarnos a Su presencia, buscando Su rostro.

El final de este proceso trae enseñanza muy hermosa de parte de Dios, escrita en Su misma Palabra: «y me dijo: Muy amado, no temas; la paz sea contigo; esfuérzate y aliéntate. Y mientras Él me hablaba, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido» Daniel 10:19

Vale la pena buscar el rostro de Dios, Él quiere y se deja ser hallado……

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