“Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza”
– Efesios 1:18-19
Cuál: Pronombre exclamativo que indica énfasis o intensificación de una cualidad, estado o suceso expresado
Hay cristianos cortos de vista, su perspectiva de la vida a veces está distorsionada por falsos valores. Vivimos en un mundo donde las metas son la prosperidad material, la seguridad, el placer, el prestigio, etc. Esa atmósfera que nos rodea hace ver la vida cristiana como algo difícil, donde cuesta ser espiritual y poder cumplir con nuestras metas espirituales. El futuro se reduce al día de mañana, a la próxima semana, a los desconocidos próximos años.
Necesitamos abrir los ojos para ver lo que tenemos en Cristo; ver nuestra realidad espiritual y cómo Dios nos ve. Pablo oró para que los cristianos veamos tres cosas a través del espejo de su Palabra:
1. Cuál es la esperanza que tenemos por delante, que es un Cristo triunfante que volverá por nosotros. El mal será vencido y juzgado por completo. Para nosotros el futuro debe significar algo más que el mañana, o que algunos años por delante, porque Cristo vuelve. Esta es la esperanza a la que debemos abrir los ojos para alentar nuestros espíritus. La esperanza de Cristo es la base de la vida cristiana y representa nuestra realidad definitiva.
2. Cuáles son las riquezas gloriosas que heredamos, lo que valemos para Él. Los cristianos son «herederos de Dios y coherederos con Cristo». Si significa mucho ser el heredero de una persona rica en la tierra, cuánto más significará ser un hijo y heredero del Rey de reyes. Y pues «de su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia» Jn. 1:16.
3. Cuál es el poder que tenemos dentro de nosotros, que fue el que levantó a Cristo de entre los muertos y que ahora está a nuestra disposición porque obra en todo verdadero creyente.
Punto de acción
Necesitamos que Dios abra nuestros ojos espirituales, para que veamos nuestra realidad espiritual; esto nos transformará radicalmente y dará la fuerza necesaria para vivir nuestra vida espiritual en victoria.
Lectura bíblica necesaria:
Mateo 17